Nos recibió en su casa, en la
plaza de San Antonio, en Cádiz (España). Casi no podía leer. Y
me mostró su gran tesoro: sus libros; más de 10.000. Quedé
asombrado. Los había leído todos. José María Pemán fue el hombre
más leído del planeta, con gran diferencia.
Conversamos durante horas.
Y me regaló un consejo que
nunca olvidé: "Si desea ser escritor prepárese para lo peor".
Y añadió: "Si algún día tiene
un triunfo, apresúrese a divulgar que tiene un cáncer. Sólo así
le perdonarán".