Alberto Torregrosa dibujaba y
hacía fotos para La Gaceta del Norte. ¡Y qué fotos!
Me llevó de la mano al otro
lado del mundo, y me lo mostró.
Fue compañero de noches
perdidas, a la espera de ovnis que nunca llegaron.
Jamás se enfadaba. Nunca
perdía la sonrisa.
¿Cómo lo hacía?