Un
día eché cuentas.
Entre 1975 y 1990 llevé a cabo 17 viajes con los Reyes de
España. Siempre como periodista.
Tuve oportunidad de conversar con don Juan Carlos y con doña
Sofía en numerosas ocasiones. En especial con la Reina.
Conclusión: quedé impresionado.
Sofía es especialmente inteligente, especialmente sensible,
especialmente preparada para su trabajo y especialmente
prudente.
Al
principio, su educación germánica pesó lo suyo.
Sofía era muy austera; demasiado…
Pero los años la dulcificaron.
Desde el primer momento, desde que la conocí (como princesa)
(1974), me impactaron su mirada azul y su capacidad de
aprendizaje. Quiere saberlo todo.
Después me informaron: el azul de sus ojos fue robado a los
cielos. Lógico.
España ha tenido suerte al disponer de una Reina sabia, próxima,
sacrificada y eficaz.

