Nos
conocimos en 1963, en la Universidad de navarra, en Pamplona.
Santi
Arriazu es periodista, pero ejerce de amigo.
Pocas
veces he visto un corazón tan grande y entregado. No importa la
causa.
Además
es noble y bruto, como buen navarro...
En
cierta ocasión vio un ovni y la emprendió a pedradas con el "no
identificado". El ovni esquivó los certeros lanzamientos, uno
tras otro, con el consiguiente enfado de Santi.
Así es
mi amigo...