
(Foto: J.J.Benítez)
NAIROBI
Quedé paralizado.
Pudo matarme.
Me encontraba en el zoo de Nairobi.
De pronto, uno de los elefantes se volvió loco y arremetió contra la
verja de protección.
Permanecí en mi sitio, apuntando con
la cámara fotográfica. Y disparé.
Sólo pude hacer una foto. Los guardas
reaccionaron y me empujaron violentamente. El elefante chocó con los
hierros y los dobló. Después fue reducido.
Cuando fui consciente de lo que había
sucedido quedé paralizado.
Nunca más he vuelto a pisar un zoo...