J.J.
Benítez:
"La sorpresa es
que el que está vivo es el que está más muerto"
diariodecadiz.es
José Antonio
López cádiz | 23.04.2014.
El
escritor navarro presenta hoy en Cádiz, en la librería QiQ,
su libro 'Estoy bien', donde recopila casos de personas que
han hablado con muertos
Reside en
Zahara de los Atunes desde hace 20 años porque considera que
en este rincón gaditano se encuentran "el mejor lugar del
mundo, la mejor playa del mundo y la mejor gente del mundo".
J. J. Benítez (Pamplona, 1946) estará hoy en Cádiz, en
la librería QiQ a las 19.30 horas, para presentar su libro,
Estoy bien, de Planeta.

-¿Qué tiene este libro de novedad en su carrera
literaria?
-Es un libro muy distinto a todo lo que he hecho porque
toca, por primera vez, 160 casos de gente que ha visto a
amigos y familiares muertos, y han hablado con ellos, les
han tocado. Es una investigación que empecé en el año 1968.
-No es un libro improvisado.
-No, no, es un libro con muchos años y, bueno, yo consideré
hace tres o cuatro años que era el momento de sacarlo porque
podía contribuir con un poco de esperanza a la gente que
está decepcionada por muchos motivos. Reuní aproximadamente
un millar de casos e hice una primera selección. Era
problemático porque había muchísimos casos y en principio
todos buenos, todos auténticos, pero no tuve más remedio,
por exigencias de la editorial, que dejarlos en 160 casos.
-¿Es un libro periodístico?
-Sí, porque yo me he limitado fundamentalmente a recoger los
testimonios, interrogar a los testigos, una y dos y tres
veces, recoger las pruebas si es que las hay y darles cuerpo
en el sentido de contar la historia sin más. Yo no me he
metido a elucubrar, ni a pontificar, ni a decir una cosa u
otra.
-¿Y esa insistencia en preguntar, en buscar pruebas, fue
para dar consistencia a todos los casos?
-Bueno, me llamó mucho la atención el primer caso, en el 68,
que fue por un periodista que me causaba mucho respeto y me
impactó mucho lo que me contó. A partir de ese momento, se
puso en marcha un mecanismo de curiosidad y me puse a
investigar y fue al principio por curiosidad pura. Después
me di cuenta de que había algo más profundo y seguí
investigando con una idea muy clara de que la muerte no es
el final.
-¿Es este libro una manera de enfrentarse a la muerte?
-Sí, yo creo que es uno de los objetivos, quitarle hierro a
la muerte, quitarle miedo a ese fenómeno y que se dé cuenta
la gente de que después de la muerte hay vida. Esa es la
intencionalidad capital.
-¿Y se puede explicar cómo es esa vida, tiene que ver
con la que presentan las distintas religiones, la católica
en particular?
-No, no, no tiene nada que ver con las religiones. Por lo
que he visto de todos esos testimonios, por lo que dicen, lo
que sí es cierto es que hay una vida física después de la
muerte, en algún lugar que desconocemos y al que no hemos
tenido acceso todavía técnicamente, pero donde la gente está
viva, trabaja, tiene un cuerpo, no hay problemas de salud,
no hay enfermedades. Los testigos repiten mucho todo esto y
la verdad es que me crea una sensación de gran esperanza.
-¿Estamos hablando de un paraíso, para entendernos?
-Pues desde el punto de vista de lo que conocemos aquí, sí
(ríe). Aquí parece que está todo patas arriba.
-¿Por eso el 'Estoy bien' que viene del otro lado; los
que estamos aquí no estamos tan bien?
-Sí, los que están bien son los que están allí. Nosotros, no
creo. Hombre, es una de las frases más repiten: "No te
preocupes, no llores más, estoy bien". Y aparecen además con
un aspecto de juventud, sin defectos físicos, sin problemas,
y con una sonrisa y una presencia extraordinaria.
-¿Alguien le ha puesto ya trabas al libro diciendo que
podrían ser casos de sugestión?
-No, no me he encontrado con ninguno porque todos los casos
están muy estudiados, son gente que no tienen el menor
interés en salir en una publicación, y en muchos casos he
tenido que cambiar los nombres. No hay ningún afán
propagandístico. Ha costado mucho trabajo sacarles la
información porque son temas muy íntimos, no quieren hablar,
les cuesta trabajo, y ha sido un verdadero esfuerzo
convencerlos. No he tenido ninguna crítica en ese sentido,
de sugestión o autosugestión. Ten en cuenta que en muchos
casos hay restos físicos, hay señales, desde alfombras
quemadas a cuadros descoloridos. La presencia de esta gente
que están muertas y enterradas desde hace mucho tiempo es
algo que nos cuesta mucho trabajo aceptarlo y entenderlo,
porque se supone que el muerto está muerto, pero no es así.
La sorpresa, la gran sorpresa, es que el que está vivo es el
que está más muerto.
-¿Este libro da miedo como 'Los otros' o 'El sexto
sentido'?
-Yo espero que no, es un libro muy esperanzador, no es un
libro tétrico. Yo he procurado que los casos sean muy
variados, de diferentes lugares del mundo, hay casos de la
provincia de Cádiz también. Al contrario, es un libro que te
deja un sabor de boca muy agradable.
-Y después de todo esto, ¿se supone que García Márquez
habrá llegado ya a Macondo?
-Pues, mire, yo creo que Gabriel García Márquez hizo cosas
maravillosas, menos una. En una entrevista él hablaba de la
muerte como una traición. Yo creo que la cara de susto del
pobre Gabo habrá sido espectacular, porque la muerte no es
ninguna traición, es un mecanismo natural para pasar de un
sitio a otro, y allí se habrá dado cuenta de que muchos de
los libros que triunfan aquí en la tierra ya estaban
escritos, estaban escritos en los cielos y alguien los
transmite.