«J.J. Benítez afirma que el
ébola es parte de la guerra biológica»
miércoles 20 de agosto de 2014 - 4:11 p.m.
Fabio Agrana - laestrella.com.pa
El
escritor español calificó el conflicto en la Franja de Gaza
como "una verguenza".
El escritor y periodista español J.J. Benítez habla durante
una entrevista hoy, miércoles 20 de agosto de 2014, en
Ciudad de Panamá (Panamá). Benítez no tiene reparos en
hablar en "voz alta" y decir, entre otras cosas, que no cree
que exista la democracia, que el ébola es parte de la guerra
biológica y que los israelíes replican el holocausto con los
palestinos con su ofensiva militar contra Gaza.

En una entrevista con Efe, el autor de la conocida saga
literaria "Caballo de Troya", que participa la X Feria
Internacional del Libro (FIL) de Panamá, habló además de su
narrativa, del mundo digital y la muerte, tema de su más
reciente libro, "Estoy bien".
"¿Pero usted cree en la democracia?", pregunta Benítez,
autor de más de medio centenar de libros, a modo de
respuesta cuando se le plantea si la llamada revolución
digital ha democratizado el acceso a la cultura y el
conocimiento, para enseguida apuntar que "en los cielos
no hay democracia" y "por algo será".
"¿En qué lugar del mundo hay democracia?, dígame un solo
país. La democracia es un bello sueño al que tiene derecho
el ser humano, pero que no existe", afirmó.
El autor español remarcó que "todos los medios de
comunicación del mundo están inclinados hacia determinados
sectores por las razones que sea, políticas, económicas".
En ese sentido, dijo que es "muy probable",
aunque "no lo pueda demostrar nadie", que exista un
grupo de personas poderosas que deciden sobre todo en el
planeta, como las guerras, "que se organizan con 20 años
de antelación".
Puso como ejemplo las epidemias de la gripe aviar, del
ébola ahora, de las vacas locas y el sida, que "siempre
han tenido un origen militar de guerra biológica".
"Apuesto lo que quiera a que algún día, dentro de 50 años,
claro, ó 100, se demostrará que el ébola lo lanzaron los
militares norteamericanos sobre África, igual que el sida y
(la intoxicación alimentaria por) el aceite de colza en
Madrid (España), entre otros", indicó.
En cuanto a la campaña militar de Israel en Gaza, Juanjo,
como le conocen sus amigos, no vaciló en afirmar que es
"una vergüenza".
"Lo que está pasando es vergonzoso, me río de las
conmemoraciones que están haciendo del holocausto (judío)
porque ellos están repitiendo el holocausto, y no me importa
decirlo porque tengo la edad suficiente como para poder
pensar en voz alta", afirmó.
"Tú no puedes utilizar la fuerza, y qué fuerza -añadió-
para machacar a unos señores que, sí, que están lanzando
cohetes, y que nadie está elogiando el papel de Hamas, que
son tan culpables como los judíos, pero los judíos son mucho
más porque tienen el poder".
Esta es la "cruda realidad" y en este conflicto,
que tiene visos de "nunca acabar", lo más terrible
sería una solución nuclear, apuntó.
Por otro lado, confesó que no usa ordenador aunque sí el
celular, solo para recibir y hacer llamadas, y que todavía
tiene a mano una vieja cámara fotográfica con el problema,
dijo, de que no encuentra dónde poder revelar los rollos.
Mostró, además, su preocupación por la "creciente
adicción" entre los jóvenes a los teléfonos móviles y
criticó a los que prefieren hablar por celular en vez de
socializar y tratar con las personas directamente.
En relación con su narrativa, dijo que se centra en su
capacidad de síntesis y rigor, pero que no puede atinar a
decir si la clave del éxito de sus libros está en el tema o
en la forma de contarlo con un lenguaje periodístico
"limpio, directo y sin rodeos".
"No me preocupa el éxito, porque lo único que intento es
hacerlo bien, que se vende mucho, pues, estupendo, porque
eso me permite sobrevivir y me permite seguir viajando"
por todo el mundo, destacó.
En su más reciente libro "Estoy bien", Benítez cuenta con el
testimonio de 127 personas que aseguran haber tenido
contacto con familiares fallecidos, con el objetivo, dijo,
de que las personas "le pierdan el miedo a la muerte".
"Es lo que pretende el libro, que la gente que no supera la
muerte de personas conocidas, piensen que aquí no se termina
esto, que esto (la vida) es un paréntesis breve que alguien
ha diseñado de una manera que no comprendemos".