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ALGUNOS COMENTARIOS INEVITABLES
A la vista de lo expuesto a lo largo del presente trabajo, entiendo que algunos
comentarios resultan poco menos que inevitables e, incluso, obligados. Que cada
cual los interprete como estime oportuno.
1. «Ummo» no es lo que dicen. «Ummo» no ha sido investigado con rigor y
seriedad. La mayor parte de las «investigaciones» (?), yo las llamaría
incursiones, tenía una intencionalidad torcida, con un punto de partida
claramente en contra. Los intoxicadores profesionales y sus tontos útiles se han
reído del asunto, sin molestarse en indagar mínimamente. Resultado:
manipulación.
2. Después de diez largos años de sucesivos interrogatorios, Jordán Peña no
merece credibilidad. Las pruebas, creo, son elocuentes. Nada de lo que pueda afirmar
es creíble (ni siquiera lo que podría ser cierto). Sus embustes, medias verdades
y desequilibrio mental son tales que su papel como creador del fraude queda en
entredicho. Para cualquier investigador medianamente objetivo, Jordán Peña sólo
sería la punta del iceberg.
3. No estoy negando que una parte del asunto «ummita» sea falsa. Soy el primero
que afirma que muchos de los informes o cartas no son de origen extraterrestre.
Esta realidad, sin embargo, no descalifica la totalidad de los documentos. He
ahí otro capítulo virgen que algun día deberíamos explorar.
4. Los militares y la CIA conocían el emblema «ummita» antes de que la «H» fuera
inventada, o supuestamente inventada, por Jordán y sus compinches. Los casos
registrados en 1954 en Curitiba (Brasil) y en 1964 en la isla de Andros son definitivos.
En 1954, Jordán Peña no imaginaba siquiera lo que sucedería a partir de 1966.
5. La presencia del signo de «Ummo» en ovnis y en sus tripulantes no es una
novedad. La etnia dogon, en el corazón
de África, supo
de algo parecido hace novecientos o mil años. Esta circunstancia, y otras ya
mencionadas, me inclina a pensar que los «dioses» que descendieron en Mali o en
la Edad de Piedra podrían ser los mismos que hoy surcan los cielos en esas
asombrosas naves «no humanas». Veamos otros ejemplos, en los que estas
coincidencias resultan, cuando menos, sospechosas. Pedro Pablo Barrios: lo
observado en la noche del 7 de agosto de 1968 entre Betanzos y Villalba, en el
norte de España, y los ovnis vistos en las horas y días anteriores y posteriores
a ese 7 de agosto me hacen sospechar, como digo, que podríamos estar ante la
misma civilización o civilizaciones extraterrestres. Tres días antes de que
Barrios y sus acompañantes fueran testigos de la nave con la «H» en la panza,
otras personas vieron ovnis en Cataluña, Francia, Argentina, Uruguay e islas
Canarias, por mencionar algunos de los escenarios en aquella intensa oleada de
1968. La deducción se me antoja casi obvia: si estas naves fueron observadas en
los mismos días, es lógico imaginar que podían tener un mismo «origen», por
llamarlo de alguna manera. Si esto es así, y si uno de esos objetos lucía el
referido emblema en el «fuselaje», ¿qué podemos deducir? «Ummo» (o lo que sea)
es mucho más de lo que nos han dicho o de lo que nos han hecho creer. Igualmente
sospechoso se presenta lo ocurrido en la selva amazónica, en Japón y en Estados
Unidos en los años 1967, 1973 y 1994, respectivamente. En el río Madre de Dios,
como ya conté, un objeto de unos cien metros de diámetro y con la célebre «H» en
la base, se dedicó durante un tiempo a succionar agua mediante un «tubo»
imaginario. En 1973 ocurrió algo parecido en las cercanías de Tomakomai, en la
costa de Hokkaido, al sur del Japón. El testigo, Masaki Kudou, lo contó así: «Yo
era vigilante nocturno en una serrería. Era el mes de julio. Estaba patrullando
el negocio cuando detuve el automóvil y me senté frente al mar. El cielo estaba
estrellado y todo, aparentemente, tranquilo. Entonces apareció una "estrella fugaz".
Yo lo creí así. Pero la "estrella" no era tal. Se detuvo en el aire y comenzó a
pulsar. Después fue creciendo hasta alcanzar un gran tamaño. Y el objeto
descendió hasta situarse a corta distancia del agua. En ese momento, del aparato
salió un tubo transparente que fue a parar al mar. Oí un ruido suave.
Y
el agua fue
succionada...»
En marzo de 1994,
la señorita Gloria Domica y sus acompañantes vieron otro objeto discoidal que
succionaba agua
del océano,
frente a las costas de Folly Beach, en Charleston, En la base, el objeto
presentaba una gran mancha, parecida a una gigantesca «H». «En el momento en que
vi aquel enorme objeto succionando agua del mar, tomé mi cámara
y
apreté el
disparador. Un momento después, el objeto salió volando a una gran velocidad
sobre nuestras cabezas, moviendo nuestro yate y creando un oleaje peligroso.»
Pocos días antes, en el mes de febrero, un vecino de Madrid, Enrique Muro, veía
un objeto que sobrevolaba la ciudad. También presentaba el extraño símbolo en la
panza.

Ovni succionando agua frente a
Charleston, en Carolina del Sur (EE.UU.). En la base, según los testigos, se
apreciaba una especie de gran mancha negra en forma de «H».
En 1977, hacia
noviembe-diciembre, cuatro estudiantes universitarios, en las proximidades de
Sevilla (España), aseguraron haber visto una nave con una especie de «X» en su
parte inferior. Pues bien, también en noviembre, a casi mil kilómetros, decenas
de personas vieron un gigantesco objeto del que entraban
y
salían otros más
pequeños. El hecho tuvo lugar en Pusilibro (Huesca). Uno de los testigos logró
fotografiados. E insisto: ¿estaríamos ante los mismos seres? La coincidencia,
como digo, es sospechosa...

Nave «nodriza» sobre Pusilibro
(Huesca, España), fotografiada en noviembre de 1977. En esas mismas fechas,
cuatro estudiantes vieron otro objeto en Sevilla con una «X» en la panza.
¿Casualidad? Personalmente, estoy convencido de que podría tratarse de la misma
civilización «no humana».
Y
un último
ejemplo. En el verano de 1985, la tripulación de un avión de Iberia fue testigo
de otro gigantesco aparato de forma esférica, con una enorme «H» en la zona
inferior. El 727, como ya mencioné, pasó, justamente, bajo la vertical del ovni.
En esas mismas fechas se registraron avistamientos en Murcia, Málaga,
Casablanca, Algeciras, Chile y Argentina, entre otros lugares. En el caso de
Málaga, el objeto respondió a las señales luminosas enviadas por los testigos.
En Arica, al norte de Chile, el objeto tomó tierra. «Era de grandes
dimensiones.» Meses más tarde, en noviembre de ese mismo año, otros ovnis fueron
vistos y captados en las pantallas de radar sobre la provincia de Barcelona. Uno
de los objetos -según los cálculos de los radaristas- alcanzaba nueve kilómetros
de longitud. Posiblemente, uno de los ovnis más grandes de los que se tienen
noticia. El objeto fue «visible» en los radares durante poco más de un minuto.
Después desapareció misteriosamente. ¿Estaríamos ante naves nodrizas o
portadoras pertenecientes a la misma civilización?
6. En mayo o
junio de 1967 sí hubo ovnis en España
y
Bolivia, tal
y
como anunciaron
los «ummitas» en las referidas cartas enviadas en mayo de 1967 a cuatro
ciudadanos españoles. En otras palabras: se cumplió el anuncio. La cuestión es:
¿quién estaba detrás de las cartas o mensajes de «Ummo»?
¿Cómo es
posible que en dichas misivas se avanzara la llegada o presencia de naves no
humanas, supuestamente «ummitas», y dichos objetos aparecieran en Valderas y en
la selva amazónica? Naturalmente, la CIA o Jordán Peña no son los responsables
de la presencia de estas naves.

Carta recibida por Luis Jiménez
Marhuenda, con matasellos en Alicante, el 24 de mayo de 1977. (Gentileza de la
familia Jiménez Marhuenda.)

Anagrama que acompaña la carta
recibida por Luis Jiménez Marhuenda. Según Jordán Peña, él es el autor.
7. Si los «ummitas»
existen, no creo que sean de aspecto nórdico (altos y rubios), como aseguran en
sus escritos. La mayor parte de los seres que portaba la «H» en sus trajes eran
de pequeña estatura y, en algunos casos, llevaban escafandras. Sólo en la segunda
parte del caso «Curitiba» se presentó un ser alto y de cabellos amarillos. En
cuanto al amor y al respeto, predicados sin descanso en los informes «ummitas»,
sinceramente, no creo una sola palabra. Lo sucedido en Uyuni, con las ovejas, me
hace dudar de las buenas intenciones de los supuestos «ummitas», suponiendo que
«aquella gente bajita, que volaba» lo fuera.
8. En el tema «Ummo»
se han registrado también diferentes hechos, digamos inexplicables o
paranormales. Ejemplo: el ovni visto en la noche del 27 de mayo de 1977 sobre
San Vicente del Raspeíg, en Alicante, y que fue igualmente anunciado con varios
días de antelación. La carta, presumiblemente, tenía un origen muy humano. El
objeto, sin embargo, no fue explicado. Más ejemplos: el hombre que susurraba a
los «ummitas». ¿Quién escuchaba las preguntas que formulaba Rafael Farriols en
la soledad de su casa? ¿De qué manera fueron leídos los pensamientos de María
Antonia Segura? ¿Por qué, a raíz de un avistamiento ovni, el ingeniero Rafael
Henríquez y su familia empezaron a ver, en sueños, el emblema de «Ummo»? He aquí
otras razones que confirman lo dicho: en «Ummo» hay una parte falsa y otra
auténtica.
9. Aunque no
acierto a comprender la intencionalidad, después de lo averiguado, hay algo
seguro (para mí): los manipuladores del asunto «Ummo» han sido, a su vez,
manipulados. Los humanos han movido los hilos de los humanos sin saber que ellos
eran marionetas de los «NO HUMANOS».
En Barbate, a
30
de marzo de 2004
(13
horas).